Es, sencillamente, simplificar tu vida hasta que te resulte manejable y puedas sacarle el máximo partido posible.
Algunos dicen que hay que simplificar tus posesiones, tus relaciones y tu vida hasta el punto de que puedas viajar por todo el mundo con una simple mochila, otros dicen que es simplificarla para que apenas tengas gastos y puedas vivir trabajando muy poco, o todo lo contrario, simplificar todos los aspectos de tu vida para que puedas enfocarte en ser productivo al máximo sin tener que lidiar con el desorden físico de tu hogar o el exceso de compromisos sociales...
Cómo empezó todo
Cuando me diagnosticaron cáncer a principio de 2018 me di cuenta de lo finita que es la vida. Todos somos conscientes de que nuestra vida es limitada, pero cuando ves reducidas de manera tan drástica tu esperanza de vida, es como si una bofetada te diera en la cara, y alguien te gritara: Eh, tú! Que pensabas, que solo les ocurría a los demás? ¿Creías que tenías garantizado llegar a la vejez? Pues no! Tu tiempo es ahora, no hay más planes que los que ya llevaste a cabo, no hay más palabras que las que se dicen, no hay más tiempo que "el ahora"...
En ese momento algo se movió muy adentro en mí, y decidí que no iba a pasar un solo minuto en mi vida haciendo cosas que no quería hacer y que no eran necesarias, que iba a focalizar toda mi atención en el aquí y el ahora, para poder sacarle a la vida el máximo jugo.
De esta manera empecé de manera más consciente que hasta entonces a reducir mis posesiones, para evitar tener que perder tiempo en limpiar, ordenar y mantener cosas que no me aportaban bienestar. También limpié mi agenda de contactos que no me hacían bien, e incluso desaparecí de la mayoría de las redes sociales, porque no me aportaban nada y en cierto modo me desconectaban de las personas que de verdad me importan.
Por ponerte un ejemplo, te cuento que desinstalé whassapt de mi teléfono. La mayoría de mis contactos no lo entendían. Incluso algunos me rogaron que no lo hiciera. No podían entender que, justo en un momento como el que estaba pasando, en plena lucha contra el cáncer, cerrara esa vía de comunicación. Algunos se preocuparon por si me estaba encerrando en mí misma.
En realidad, desinstalar la aplicación fue una medida acertada. Por un lado me liberé de responder a mensajes de gatitos y tazas de café virtuales que aparecían en montones de grupos en los que estaba. Por otro lado, la falta de la aplicación fue un modo fantástico para que, de manera natural, las personas a las que de verdad importo empezaran a llamarme para preguntar cómo estaba, y pudiéramos conversar "de verdad". Al mismo tiempo, la falta de la aplicación hizo que relaciones demasiado superfluas como para molestarse en telefonear de cuando en cuando se fueran diluyendo por sí solas.
Así empezó todo para mi. Si quieres, mañana te cuento cómo puedes empezar tú también a simplificar tu vida. Para ello dale un "me gusta" a mi pagina de Facebook si aún no lo has hecho. Allí encontrarás todas las novedades que voy publicando.
A partir de ahora, poquito a poco te voy a ir dando el paso a paso que yo estoy llevando.
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Fuente: este post proviene de Los Trucos de Julieta, donde puedes consultar el contenido original.
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