Desde hace poco en la Sierra Oeste de Madrid, la palabra LUTHIER se ha hecho popular. Ultimamente la escuchamos en la televisión autonómica, en las charlas en las terracitas, en conversaciones de amigos… Descubrimos que en Pelayos de la Presa (Madrid), un grupo de luthiers trabajan en un proyecto que, como no podía ser de otra forma, nos ha llamado la atención y que hoy os acercamos.
Primero os contaremos que un luthier es una persona que se dedica profesionalmente a fabricar y reparar instrumentos musicales de cuerda. “En el siglo XVI, los fabricantes de laúdes se llamaron luthiers, posteriormente este nombre se utilizó para designar a los fabricantes de cualquier instrumento de cuerda”, y un grupo de cinco maestros de este arte se han dado cita en esta localidad para dar vida con sus manos a maderas, ceras y cuerdas y crear una viola oval, una viola lobulada, un organistrum, una cítola y un salterio de cisne.
Desde luego estos nombres no nos resultan familiares incluso para los que nos gusta la música, y es que han sido rescatados de tallas que se encuentran en la portada norte de la Colegiata de Santa María la Mayor de Toro (Zamora) que data de 1240, de ahí el nombre de este proyecto ” De la piedra a la madera” una aventura que arrancó el 8 de julio de este año, tras la restauración de todas estas tallas del citado pórtico.
Planos, medidas, proporciones, formas, grosor de las cuerdas, materiales…entre ellos algo esencial, las maderas en este caso elegidas las de abedul y tilo por ser maderas de la zona fáciles de trabajar.
Y con el trabajo planteado y materiales elegidos queda otro de los elementos esenciales para llevar a buen puerto este sueño, ellos, los LUTHIERES. Carlos Paniagua, Carlos do Viso, Mario Unsain , Olivier Féraud y Jesús Reolid forman este grupo de artesanos que darán vida a esos instrumentos inertes desde hace 800 años.
Teníamos que encontrar a Jesús y poder charlar un ratito con el y evidentemente en un pueblo encontrar a alguien es fácil y llegamos a su casa-taller. Amablemente nos abrió las puertas de su rincón preferido, una cabaña, con ese olor a madera y serrín tan característico, donde nos hacemos idea de la cantidad de horas que pasa entre herramientas, planos, maderas…y donde da vida a todas esas joyas musicales. Del proyecto que nos ocupa han terminado completamente 2 ( Cítola y salterio) y las otras 3 piezas están ultimándose.
La pasión y conocimiento con el que nos va explicando cada pieza y el entusiasmo que desprende en sus explicaciones dan buena cuenta de la dedicación y trabajo que toda esta gesta conlleva. Los gastos de los desplazamientos y tiempo para la investigación y también la construcción propia de estas piezas han sido sufragados de forma particular y gracias a la venta y sorteos de otros instrumentos realizados por Jesús, no nos olvidamos de que es un maestro luthier. En este punto si hay que destacar la donación de la empresa Madinter de toda la madera que han necesitado y que Jesús y sus compañeros agradecen enormemente.
Resulta curioso, para nosotras, profanas en estas edades musicales, que haya músicos que empeñen su esfuerzo en rescatar estos sonidos olvidados y que consideramos un trabajo admirable porque enriquecen nuestra cultura, porque el poder escuchar partituras (aunque exactamente no están escritas en nuestro conocido pentagrama) de los siglos XII o XIII es gracias sin duda alguna a maestros como Jesús.
Existe una Asociación a la cual pertenece, Asociación Ibérica de la zanfona, que trabaja para dar a conocer este instrumento, y que anualmente realizan talleres, charlas y cursos con los mejores músicos a nivel mundial. El poder llegar a introducir estos sonidos en alguna corriente musical actual es una realidad gracias a la cantidad de músicos experimentales en busca de nuevos sonidos y de personas como Jesús que se confiesa un enamorado de este instrumento que toca y da vida artesanalmente en su taller, bueno él en un tono casi romántico nos dice que :” Cuando vendo un instrumento es ahí donde empieza a vivir”.
Y, seguirán viviendo, porque esta aventura “De la piedra a la madera”, seguro que no acaba aquí. En esa Colegiata de toro aparecen hasta 17 instrumentos de la época y Jesús nos adelanta que el y sus compañeros están en conversaciones con el Ayuntamiento de Toro, comprometido con el rescate y divulgación cultural de esa localidad, para poder estudiar como llevar adelante esta iniciativa de poder realizar en madera todo el conjunto musical.
Nosotras nos imaginamos una muestra de estos sonidos entre los muros del Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias (Pelayos de la Presa). Os imagináis el poder disfrutar de partituras del tiempo de construcción de este enclave en una noche de verano…
Podéis seguir este proyecto en Facebook ” De la piedra a la madera”.
Agradecemos a Jesús su atención cordial y amable en su casa además de toda la información que nos ha facilitado y lo que hemos aprendido.
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Muchas gracias.