Le abro, sube y la veo con dos paquetes y me dice: "Te traigo esto, es un detalle que quiero tener contigo".
Qué ilusión me ha hecho, no me esperaba nada.
A esta mujer la conozco desde hace más de 30 años, la he visto casarse, la he visto embarazada de sus dos hijos.
Antes cuando las dos éramos solteras, salíamos a veces a comer juntas y siempre lo hemos pasado muy bien.
Después cada una tomo diferentes caminos en sus vidas, yo me fui a vivir a otro pueblo, pero siempre hemos seguido en contacto.
Cuando yo me quedé viuda y volví a mi lugar de residencia de joven, nos volvimos a reencontrar y parece que no había pasado el tiempo.
Ella tiene un marido encantador, de vez en cuando quedamos los tres y comemos juntos y son unas comidas muy amenas y divertidas.
Doy gracias a la vida por poner personas tan maravillosas como esta amiga en mi vida.
Hoy hemos quedado para salir una noche a cenar y después lo que sea necesario, siempre con el permiso de su marido.
Gracias... por formar parte de mi vida.
Gracias por tu comentario. Amalia