Galletas de otoño
Una de las cosas más odiosas de este cambio de estación es sacar del trastero esas pesadas cajotas llenas de ropa y clasificar lo que sigue valiendo y lo que no para el curso que empieza. En la mayor parte de los casos, además hay que andar persiguiendo niños, que no soportan probarse ropa y huyen de las madres a la carrera. Sí, he dicho madres. Porque padres los hay que cocinan, que hacen la comp...