Pensemos: ¿Y si mañana es demasiado tarde? ¿Para qué?
Pues... Para caminar descalzos sobre la hierba.
Para contemplar una puesta de sol.
Para comer con las manos sin que nos importe quién nos está mirando.
Para gastarnos el dinero en ese caro perfume que nunca queremos comprarnos por su elevado precio.
Para tomar un café con una amiga.
Para pedir perdón.
Para decir varios "te amo".
Para decir muchos "te quiero".
Mañana... Puede que sea tarde.
Hagamos hoy lo que tenemos ganas, mañana también.
Pero si el mañana no viene, tenemos el hoy. ¡Todo nuestro!
Gracias por tu comentario. Amalia