La operación ha ido estupendamente, lo más molesto es, porque aún sigo con mis gotas, tener que ponerme tantas gotas. Han habido momentos que tenía a alguien en casa y me podía poner las gotas pero cuando coincidía la hora de las gotas y estaba sola, lo pasaba mal, porque no atinaba a que la gota cayese dentro del ojo y gastaba un montón de gotas.
Tengo que darle las gracias a mi querida amiga Marian que no ha dudado ni un segundo en venir a ponerme las gotas. También tengo que agradecer a "mi niña" Elisabeth que no se ha separado de mi lado cuando no tenia que trabajar y me ha mimado y cuidado muy bien. Y por supuesto a mi hijo que no se le ha pasado la hora de ninguna gota.
Pues ya paso el susto que tenia y es que la vista asusta, por lo menos yo tenía un poquito de miedo.
Ahora aunque no tengo aún el ojo al 100% ya puedo ver el ordenador a ratitos y me puedo quitar el parche de día y ya puedo salir a la calle sin que la gente me mire por el parche.
Para lavarme la cabeza tengo que ir a la peluquería porque no puedo lavármela en casa para evitar el jabón en el ojo, mi peluquera está alucinando, yo que soy de ir a la peluquería solamente una vez al mes a cortarme el pelo, ahora me está viendo dos veces a la semana.
Ahora ya sabéis el motivo por el que he estado ausente unos días.
Gracias a todas y todos que os habéis preocupado por mi. Un enorme abrazo a todos.
Os dejo unas fotos, una es de unos minutos antes de entrar a quirófano y la otra ya en casa con mi parche.