No voy a decir su nombre, llamémosla Helena.
Helena la vida te va a regalar mucho amor, te va a regalar un amor verdadero, sincero, mutuo y vas a ser muy feliz.
Te mereces ese amor tan bonito que te está esperando en la esquina. Seguro que muy pronto volverás a sonreír y dirás: Ahora soy feliz y soy amada.
Te quiero.
Amalia.
No te culpes por el que se ha ido. Nadie te dejó, el Universo solo quitó de tu camino a aquel que no pudo hacerte feliz. Tienes que tener cuidado con quién quieres en tu vida.
El ego, la ilusión y la carencia suelen nublar la visión de quién te conviene realmente. Por lo tanto, un consejo importante sobre el afecto es: no forzar.
No te empeñes en querer en tu vida a aquel que en el libre albedrío no elige permanecer. Una presencia saludable es aquella que se esfuerza por estar allí. Cuando alguien se va de tu vida, incluso si estás haciendo tu mejor esfuerzo, relájate. A pesar de todo el dolor que puedas sentir en este momento, confía, la vida nunca quita de tu lado a quien realmente es parte de tu historia.
Algunas personas simplemente tienen que irse. Porque su viaje no coincide con tu andar. Son personas que llegan a nuestra vida por una temporada. Permanecen por un período. Muchas veces nos enseñan algo o son un ejercicio para nuestras emociones y para nuestra evolución. Pero no están aquí para quedarse.
En el momento adecuado, la vida saca a estas personas del camino. No porque te castigue, sino porque necesitas dejar espacio para la llegada de quienes forman parte de tu camino.
A pesar del dolor inicial, es necesario confiar en que existe una fuerza entre los seres que los repele o los atrae según los propósitos de cada uno.
Nunca llores por el que no se quedó. Ciertamente, no le correspondía tener parte en la historia de su felicidad.
¡Pero seguro que encontrarás al que estará en tu camino!
!No te dejaron, yo lo quité de tu camino! El universo.
Gracias por tu comentario. Amalia