Soy la mujer más imperfecta que conozco y así seguiré siendo. Amo la imperfección. No vivo obsesiona por mi aspecto físico, pero sí por la esencia de mi alma.
No soporto a la gente falsa, no soporto a la gente que toca mi corazón con promesas falsas solo para conseguir su beneficio.
Soy impulsiva, contestona y odio las injusticias.
No nací para ser adiestrada. Solo he seguido las normas en mi vida laboral, es en el único sitio que he hecho lo que me han mandado y no siempre.
No he nacido para que me digan lo que debo hacer.
Un día me salté las normas y me gustó, gané la confianza en mí. Tomar mis propias decisiones y saber lo que quiero hacer con mi vida es mi mayor placer.
Tengo muchos defectos, muchísimos, y el más grande que tengo es que me importa un "pepino" que hace cada persona con su vida, pero si me importa la mía. Y mi vida no tiene que importarle a nadie. Solo debe importarle a las personas que amo y me aman y jamás haré nada para que mis seres queridos se avergüencen de mí.
Con quién desayuno, con quién como, con quién ceno y con quién me acuesto es solo cosa mía.
Se amar y dar lo mejor de mí, pero si no saben valorarlo cojo mi barco y sigo remando lejos de ahí.
En mi mundo de imperfección y defectos solo se dar amor, cariño y cosas buenas porque eso es lo que quiero y me apetece hacerlo.
Amo la mujer que soy.
Y no tengo miedo de avanzar y retroceder si es necesario, y si tropiezo alguna vez, aprendo.
Vivir en la imperfección está la autentica perfección de convertir lo imperfecto en perfecto
Total... Vinimos a este mundo para aprender, para conseguir nuestra felicidad, para amar mucho y dejar libertad a las personas que amamos.
Gracias por tu comentario. Amalia