¿Acaricias con los recuerdos todas las posibilidades que ya no están? ¿Cuánto fuego necesitas que te queme por dentro para dejar ir lo que te asfixia? ¿Con qué color disimulas cuando lo que cargas te sobra? ¿En qué rincón de tu cabeza te escondes cuando estás en el medio de la calle y no quieres estar aquí? ¿Cuánta agua tienes que tomar para llenarte de algo? ¿Cuánto hace que no sueñas luego de do ...
Blog de LudeLuciernaga
Soy un viajero y de tan frecuente me perdí. Me perdí en esto de entre aquí y aquello que partí cuando un día decidí, cuando decidí irme hasta el final del mundo para encontrar en mi cabeza lo que une el principio con el fin. Esta locura de aquí con la cordura de allí. Un beso sincero de entonces con el rechazo de ahora y el pensamiento del corazón, este que me pide seguir y que choca con mis ganas ...
Puedo perderme en el pasillo, entre el comedor y la cocina y quedarme quieta, muy quieta y parada en la Gran Vía recordando que apenas hace un rato estabas aquí. Aquí y pensé en Alta Gracia y Catamarca. Puedo abrir la heladera, ir al bargueño, poner la radio, dibujar o salir a jugar con la simple promesa de hoy, especialmente hoy no pelear. Puedo crecerme en un botón de tu camisón cuando pienso t ...
Ella Frances Sanders Puedo ser la mano derecha que se apoya sobre tu izquierda o el agua que se queda adentro cuando todo se vacía. Puedo ser el eterno nudo que nunca te suelta, la esquina que hay delante o el color blanco de tu servilleta de papel. Puedo ser el hueco que deja la almohada en la que duermes, el sabor salado que te invade o lo suave de una caricia cuando se toca hablando. Puedo ser ...
El corazón de la langosta Estoy aburrida. Aburrida, aburrida. Aburrida. Y tengo la sensación de querer meterte en una capsula del tiempo para reservarte eternamente a todos los antojos que de vos se me puedan ocurrir cuando deje de aburrirme de quererme demasiado. Por quereme demasiado. Demasiado tanto tiempo. Y empezar a quererte solo a vos de día y de noche, los doce meses del año y todos los s ...
El corazón del caracol (...) Bésame, bésame, bésame. (...) Bésame, bésame. (...) Bésame, bésame, bésame. (...) Bésame, bésame, bésame (...) Mucho. Luciana Salvador Serradell
El corazón de la avispa (...) Qué pasa si me acerco demasiado. Demasiado cerca (...) Si vuelo muy bajo. Tan bajo que no vuelo. Si me arrastro para alcanzarlo. Para alcanzarte. Y sino está lejos. Si está acá. Está cerca. Demasiado cerca y tan bajo que caigo por alcanzarlo. Alcanzarte (...) Y si está adentro mío. Y si soy yo. Si es ahora. Si es esto y solo esto. Luciana Salvador Serradell
El corazón de la hormiga Vamos que nos vamos al otro lado del corazón para entender lo que no puedes ver. Y sino. Sino lo entiendes. Prometo guardarte en mi corazón para siempre pero adiós (...) Que lo mejor de lo malo, es que no es lo peor. Luciana Salvador Serradell
El corazón de la hormiga Voy a guardarte en una neurona sin conexión para que no te deslices en cualquier dirección. En la primer gota de la ducha, en la tercera cuchara de azúcar y en el pliegue de mi pijama. En la luz roja del semáforo y en el olor de los pinos del bosque y del otoño de este año. En la lágrima que vino después de la risa. En la estrella de mi ventana. En el almohadón, en la mant ...
El corazón de la hormiga Voy a sacar las uñas. Las uñas y las garras para treparme a tu caparazón. Ese caparazón hermético que tiene encerrado. Atrapado. Escondido. Esperándome (...) Y desde lo alto de tu encierro, desde allá arriba y sin miedo, me voy a dejar caer al precipicio de tu no se qué que me tiene así. Así. Idiota (...) Idiota por ese qué se yo tan tuyo, que desde que te vi lo quiero sol ...
El corazón de la cucaracha Se le quemó adentro el corazón. (...) Tic. Tac. Tic. Tac. Tic. Tac. Se prendió fuego al fuego con una lágrima mojada y salada, encendió el llanto, el íntimo, y se le ahogó el corazón entero en uno de esos amores residuales. Esos que se apagan cuando todo se enciende. Todo lo encienden y lo queman. Lo poco y lo mucho de lo poco que todavía ella tenía. (...) Tic. Tac, y no ...
Natsumi Hayashi El anuncio que publicó Kokoro en el diario empieza en primera persona y con un beso para quien adivina el acertijo que esconde el enredo, el enredo y este lío que tengo por debajo de mis cabellos y que ahoga mis sentencias cuando tengo que decidir y por tener que arriesgarme y no saber qué pedir, no sé qué querer. Dos para el que me explica el jeroglífico cuando pienso y no me enti ...
El corazón de la hormiga Quiero oler tu perfume, enroscar mi olfato a tu olor, sembrarte el cuello de saliva y hacerte crecer escalofríos. Bajar por los caminos de tus huesos, acompañar los segundos con mis dedos y antes de dormirnos, justo antes de que cierres los ojos, dibujarte en el estomago lo que con las palabras no me animo a decir. Luciana Salvador Serradell
El corazón del escarabajo En el hueco de mi silencio, te estoy gritando. Luciana Salvador Serradell
El corazón de la hormiga - No. - No me amas. (...) - Amas la idea que te inventaste de vos cuando estás conmigo, se lamentó y le mató las fantasías. Todas, incluso las de ella (...) por jugar con ella a quererla sino sabe querer. Quererla de verdad. Luciana Salvador Serradell